“Soy mucho más consciente de mis fugas de energía”
“¿Quieres un poco de tarta?”, pregunta Rebecca con una brillante sonrisa. “Mañana se cumple un año más. Se cumplirán 18 años desde que salí del hospital tras la operación de mi tumor cerebral”. Su astrocitoma pilocítico sigue afectando a su gestión de la energía. “Tengo que planificar mis días con mucho cuidado. Untire me ha ayudado a ello”.
¿Qué más le gusta de Untire? No tiene que pensar mucho en ello para responder. “Cada día recibes un consejo del día, un poco de energía positiva”. Eso encaja perfectamente con el lema de su vida. “Me gusta celebrar la vida. Convierto los pequeños éxitos en una fiesta”.
Habla de su vida antes del cáncer. La mayor parte de su infancia la pasó jugando o montando a caballo. Pero de repente se dio cuenta de que ya no podía hacer una parada de manos correctamente, y montar a caballo también se hizo cada vez más difícil. “Mi brazo y mi pierna derecha empezaron a ceder”.
Sin embargo, no se percató de la importancia de esto cuando tenía 11 años. Rebecca cuenta que su madre empezó a sospechar que algo iba mal y pidió cita con el pediatra. “El pediatra me pidió que me pusiera un dedo en la nariz y caminara en línea recta. No pude hacerlo y eso le preocupó”.
El pediatra envió a Rebecca a hacerse una resonancia magnética ese mismo día. Pocas horas después, ella y sus padres recibieron la noticia de que tenía un tumor cerebral. Rebecca fue sometida a una larga operación para extirpar el tumor (del tamaño de una pelota de tenis) de su cabeza. “Mi tía incluso viajó desde Estados Unidos porque temían que no sobreviviera”.
La propia Rebecca no estaba preocupada por eso. “Quería mejorar para poder pasar al siguiente curso de escuela”. Mejoró, pero el tumor volvió a aparecer poco después. A esto le siguió un tratamiento de radioterapia y otro largo programa de rehabilitación, en el que tuvo que aprender a moverse y caminar de nuevo.
Efectos tardíos del cáncer
No fue hasta los 22 años cuando descubrió que, además de los efectos tardíos del cáncer, también tenía daños cerebrales no congénitos. “Entré en contacto con otros pacientes de cáncer a través de la organización benéfica Stichting Jongeren en Kanker. Sabía que me sentía cansada y que tenía problemas de equilibrio, pero fue entonces cuando descubrí que todo esto formaba parte de la enfermedad, al igual que mis problemas de memoria y concentración”.
Rebecca empezó a escribir un blog sobre sí misma y entró en contacto con los desarrolladores de Untire. La aplicación que ayuda a controlar la fatiga relacionada al cáncer estaba aún en fase de desarrollo y le pidieron a Rebecca que ayudara a probarla. “Untire me ha ayudado mucho. Quería probarme a mí misma constantemente y superaba mis límites todo el tiempo”.
Jarrón de la energía
El ‘Jarrón de la Energía’ le ayuda ahora a distribuir mejor su energía. “Soy mucho más consciente de mis fugas de energía y de las cosas que me dan energía”.
Rebecca tiene ahora su propia empresa de comunicación. Como jefa, gestiona su propio horario y trabaja con la energía que tiene ese día. “Antes me decía a mí misma que siguiera adelante todo el tiempo, y al cabo de unas horas estaba completamente agotada. Ahora puedo canalizar mi energía de forma más eficaz. También hago listas de las cosas que quiero hacer”.
Casi siempre funciona. “Estoy orgullosa de lo que he conseguido. Hay momentos en los que estoy más cansada de lo normal, por supuesto. Pero recuerdo una época en la que tenía que tirarme en el sofá todo el fin de semana porque no me sentía bien. Eso es cosa del pasado”.
Su propio libro
Rebecca está escribiendo un libro sobre cómo dirigir tu propio negocio si tienes algún tipo de reto en tu vida. También ha lanzado recientemente el podcast ‘Emprendiendo a pesar de los desafíos’. “Quiero mostrar a los demás que todavía se pueden hacer muchas cosas. Cada uno tiene sus propias cualidades y talentos”.
Rebecca solía tener miedo de pensar demasiado en el futuro. Pero ahora que sabe que su tumor ha desaparecido, ha comenzado a soñar de vuelta. ¿Dónde se imagina dentro de diez años? Rebecca sonríe con tan solo pensarlo. “En una casita en la montaña o en una casa grande en el campo. No importa si tengo mucho dinero… lo más importante es que sea realmente feliz”.